La premisa de la inversión con enfoque de género se basa en que las mujeres se encuentran poco representadas en el mercado laboral, siendo un activo económico que no está siendo suficientemente aprovechado de acuerdo a sus capacidades. De esto se están dando cuenta inversores que ven el enfoque de género como una actividad de responsabilidad social, además de una oportunidad de negocio para las finanzas sostenibles.
La Inversión con Enfoque de Género es una estrategia de inversión de impacto que integra deliberadamente el análisis de género en el análisis de inversiones y la toma de decisiones. Esto ha atraído una mayor atención mundial en los últimos años, ya que los inversores buscan aportar nuevas dimensiones a la naturaleza de sus inversiones
La inversión con enfoque de género implica un proceso de cambio cultural. Para conseguirlo, consideremos tres ejes concretos:
De acuerdo con información de Banco Mundial, en promedio, el PIB per cápita en el largo plazo sería de casi un 20% más alto si se subsanaran las brechas de género en el empleo. En algunos estudios, se estima que los beneficios económicos oscilan entre los USD $5 billones y los USD $6 billones[1] si las mujeres crearan nuevos negocios y los ampliaran al mismo ritmo que los hombres.
La actividad de IEG se sustenta en el reconocimiento de que las inversiones en el potencial de las mujeres tienen un impacto social y económico desproporcionadamente alto debido a los efectos indirectos en la atención médica, la educación y el crecimiento económico y la creación de empleo. Por ejemplo, la investigación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo ha demostrado que invertir en empresas que tienen una mayor representación de mujeres en la junta y en puestos de liderazgo es un predictor de la creación de valor a largo plazo y un mejor desempeño financiero. Entre los datos proporcionados por BID Invest, Banco Mundial, CNBV de México[2] se encuentran los siguientes temas clave:
El invertir en empresas que desarrollen productos o servicios que benefician a las mujeres, involucra a los actores sociales, sea como inversionistas o como consumidores. Todos podemos contribuir con la igualdad de género en nuestras decisiones de compra; contamos con más información que antes para saber, entre otras muchas cosas, quién está al mando de la empresa cuyo producto nos atrae, si su publicidad es respetuosa con las mujeres o si aplica la equidad salarial entre sus trabajadores.
Es tan sencillo como hacerse preguntas, por ejemplo, a la hora de elegir una u otra marca de café, sobre de dónde proviene el producto y de qué forma han participado las mujeres en la cadena productiva.
Muchas cosas están sucediendo en el terreno de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Ellas son una fuerza en alza como consumidoras, inversoras y empresarias. Este es el momento perfecto para impulsar el círculo virtuoso que genera la inversión con un enfoque de género como parte de un camino seguro hacia un mundo más igualitario, diverso y justo
[2] Panorama Anual de Inclusión Financiera CNBV;
[3] Banking on women entrepreneurs pays dividens at BLC Bank
[4] Banking on women entrepreneurs pays dividens at BLC Bank
[5] ¿Por qué es un buen negocio financiar a la mujer emprendedora mexicana?
[6] ¿Por qué es un buen negocio financiar a la mujer emprendedora mexicana?